Un día triste de febrero
una nube se aparto del cielo
y un rayo de sol con toda su fuerza
atravesó el cristal con su beso.
De aquel reflejo, con su calor y su luz
dio paso a un nacimiento
y en aquel jardín sembrado
broto una flor, un sentimiento.
Entre otras flores fue creciendo
haciéndose un sitio en su esfuerzo
con tesón en su búsqueda halló
aquello que tanto buscó.
Con ella siempre he estado
aunque no me haya visto a su lado
ahora es radiante, yo lo sabía
su nombre es Juana María.
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